domingo, 17 de agosto de 2008

...Por Este Hombre...


Por este hombre de manos como nidos yo recorrí todos los caminos, caí en los precipicios, me zambullí en los lagos y en los mares, me volví loca de sed en los desiertos, me abrasé en el trópico, fui enceguecida por el reflejo de la luz sobre las nieves perennes.
Por este hombre de frecuente sonrisa blasfemé, grité, mordí, me diferencie bien poco de las bestias.
Por este hombre de tranquilos gestos llegué a pensar que Dios era mentira.
Por este hombre que miraba asombrado la triteza en mi rostro.
Por este hombre que no entendía el motivo de mis llantos.
Por este hombre que huía de mis explosiones y se refugiaba en un sueño que lo aislaba de mi dura realidad.
Por este hombre conocí las luciérnagas que se encienden en la sangre y producen una hoguera en el territorio del cuerpo enamorado.
Y aprendí también a castigar diciéndole que No.
Y aprendí la soledad, el empecinamiento, la rabia, la rutina, la garganta ahogada, los celos, la desconfianza, el miedo, los reproches, las espinas, la sal.
Por este hombre conocí la bruma, la oscuridad, la asfixia.
Por este hombre no me quedé quieta desde el día en que decidimos intentar todo juntos.
No tuve reposo ni quietud.
No tuve tiempo para otra cosa que no fuera exigirle, exigirme, pedirle, darle, quitarle, obligarlo a recibir.
Por este hombre de voz pausada y ojos comprensivos ya no me queda nada por conocer.
Todas las tramas, todas las redes, todas las cadenas, todos los matices.
Y soy una mujer igual a todas.
Y él es un hombre muy parecido a todos.
Y la nuestra, es una historia que se repite a diario.
Es la historia de la falta de tiempo para estar juntos, la historia de ser jóvenes y tener que luchar por el futuro.
Por este hombre de manos como nidos.
Por este hombre de tranquilos gestos.
Por este hombre de voz pausada y ojos comprensivos,conozco la Felicidad, la Paz, la Suerte de haber llegado a un puerto sin tormentas, a una orilla de Luz, a una permanente construcción, a un encuentro en el que Nos Reconocemos y Nos Necesitamos.
Por este hombre ...